Psicología 101: Serie - Mis metas para el nuevo año: cambiar hábitos negativos por hábitos más positivos y saludables…
Meta # 2: Cambiar mis hábitos negativos por hábitos más positivos - psicología 101 -
Enero 6, 2022——————————————————
Psicología 101: El cerebro humano y los hábitos - los seres humanos somos criaturas de hábitos -
**Por Hector Williams Zorrilla
Digamos primero, que los hábitos no son meros “actos” o costumbres que realizamos espontáneamente y de manera automática y sin pensar. Ellos son conductas que originan esos comportamientos mencionados y algo más …
Pero aunque los hábitos se expresan de forma automática y espontánea, ellos poseen contenidos psico-emocionales, sociales y culturales más complejos y profundos que su mera expresión conductual.
Un hábito aprendido posee contenidos psicológicos o mentales, que se expresan en nuestras ideas y pensamientos predominantes.
Ellos poseen contenidos emocionales o de los afectos, que se expresan en nuestras emociones y sentimientos.
Los hábitos tienen también contenidos comportamentales o de la conducta y el comportamiento, que se expresan en las conductas que exhibimos.
Ellos además poseen contenidos culturales, es decir, ellos tienen componentes del ambiente familiar, de paternidad y la crianza de los hijos, aspectos o elementos sociales o de patrones predominantes de la sociedad donde viven las personas que los expresan.
Y por último, los hábitos poseen contenidos generales y específicos de eso que se denomina la personalidad humana. Los hábitos de cada ser humano están incrustados intrínsecamente en sus rasgos de personalidad.
Los hábitos predominantes de una persona, es decir, los hábitos que una persona expresa consistente y cotidianamente, definen aspectos básicos y centrales de esa persona, lo que en la psicología de la personalidad se denominan rasgos.
Segundo, los hábitos se asientan, se crean, se desarrollan, se aprenden y se expresan en y/o por las conexiones cerebrales.
Sin conexiones cerebrales activas que den vida energética a los hábitos, ellos no pueden existir, y mucho menos expresarse.
Mientras menos conexiones cerebrales activas posea una persona, menos hábitos podrá aprender y expresar. E incluso, una persona podría quedar en estado “vegetativo” en término de la expresión de hábitos cotidianos, si esa persona ha sufrido daños serios e irreparables a componentes importantes en el sistema de las conexiones cerebrales.
Y por otro lado, mientras más conexiones cerebrales saludables tenga una persona, más hábitos podrá esa persona aprender y expresar en su quehacer cotidiano.
Los hábitos son agentes poderosos e influyentes en la vida de cada ser humano. Los seres humanos somos criaturas de hábitos, estemos o no conscientes de ello.
Un ser humano necesita unos 30 días de práctica consecutiva y consistente para aprender y/o desaprender un hábito.
Y además, un hábito que se desea desaprender tiene que ser reemplazado por un nuevo hábito.
La mayoría de los hábitos que aprendemos y practicamos en el diario vivir son positivos, es decir, que nos sirven de utilidad para vivir la vida más efectiva y eficientemente.
Los seres humanos practicamos una gran variedad de tipos o clases de hábitos, desde hábitos de higiene personal, hábitos sociales, hábitos culturales, hábitos financieros, hábitos amorosos o románticos, hábitos sexuales, hábitos alimenticios, hábitos de salud, hábitos de lectura, hábitos familiares, hábitos de trabajo, hábitos entretenimiento, hábitos de dormir …
Todos los hábitos que se aprenden se pueden desaprender y cambiar por otros hábitos que nos resulten más satisfactorios.
Al inicio de un año nuevo, muchos millones o billones de seres humanos se proponen cambiar hábitos desagradables por hábitos más satisfactorios…
**El autor es psicólogo, profesor universitario y escritor
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