Psicología 101: “No me gusta la felicidad… La felicidad no es buena… Me gusta la depresión…” (De la película “La vida apesta” con Mel Brooks)
**Por Hector Williams Zorrilla
Vi esa película cuando salió al público hace muchos años en el cine. La vi en un cine de Brooklin, NY, que fue donde Mel Brooks, el guionista, actor y director de la película “Life stinks (La vida apesta) nació. Si usted tiene la posibilidad vea la película gratis en YouTube.
Las encuestas en todos los países del globo terráqueo indican que el 63% de los habitantes de la tierra le gusta ser feliz, y que además, disfruta de algunos niveles de felicidad en su diario vivir.
Claramente, existe un 37% que no es feliz.
En ese porcentaje hay muchos millones de personas que creen y viven en su diario vivir lo que la actriz de la película “Life stinks” (la vida apesta) dice a Mel Brooks cuando la invita a celebrar la vida.
Esto es lo que ella le dijo: “No me gusta la felicidad. La felicidad no es buena. Me gusta la depresión porque es estable y te ofrece seguridad…”
Las neurociencias saben ahora que este tipo de creencias se forma, desarrolla y crece en el cerebro, específicamente, en las conexiones neuronales debido a experiencias infelices repetidas y creídas, y unas y otras veces repetidas y creídas.
Y todas estas experiencias de infelicidad se repitan tanta veces, que las personas llegan a creer en su sangre y en sus huesos, que “La vida apesta” (‘Life stinks), que la felicidad no existe, y si existe, no es algo bueno para ellas y que deben impedir que la felicidad llegue cerca ellas. Lo penoso es que, que estas personas rechazan fervientemente todo vestigio de felicidad que se asome a sus vidas, porque ellas aprendieron a ser infelices y se sienten bien y tranquilas con la infelicidad,
Los millones de personas con estas creencias sobre la emoción de la felicidad prefieren la emoción de la depresión y estar deprimidas que felices, porque la emoción de la depresión les trae mas seguridad emocional que la emoción de la felicidad. Podría decirse que estas personas son felicemente infelices.
La buena noticia: las técnicas y los métodos de las neurociencias, y específicamente de la neuropsicología y la psicología cognitiva, ahora pueden enseñar a las personas cómo cambiar estas conexiones neuronales en sus cerebros. Y existen profesionales competentes de la ciencia de la psicología que pueden colaborar con las personas para cambiar estas conexiones neuronales en sus cerebros, y transformarse en personas que acepten la felicidad y la posibilidad de convertirse en personas realmente felices.
La mejor noticia: las personas que pasan por este proceso de cambiar sus conexiones neuronales, aprenden que la vida es bella, y que la felicidad es buena y posible. Y que en realidad, la felicidad es buena y posible para cada ser humano. Y además, que la vida es siempre bella sin que importe mucho el cristal que nos pongamos para verla.
Nota: el actor Mel Brooks está cumpliendo sus 95 años de vida publicando su autobiografía.
**El autor es psicólogo, profesor universitario y escritor
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