Por Hector Williams Zorrilla, psicólogo profesor universitario
Uno de los hechos humanos más intrigante para los estudiosos y científicos, es el estudio y las investigaciones sobre cómo la biología humana, es decir, el bagaje hereditario de los genes y los cromosomas que nos hacen humanos, se transforma en nuestra biografía de vida.
Por ejemplo, en algunas de las investigaciones, se estudian gemelos idénticos para comparar el impacto de los elementos culturales en los comportamientos humanos, y además, se comparan sociedades con elementos culturales similares y diferentes.
Estas y otras investigaciones revelan qye cosa está clara para las ciencias que estudian estos aspectos del ser humano: existe una relación de mutualidad recíproca entre la biología y la biografía humana. Es decir, entre el bagaje biológico que nos legan nuestros padres, y lo que llegamos a ser como seres humanos.
Pero hay algo interesante que estas investigaciones señalan: esta relación mutua y recíproca entre la biología y la biografía, no define una suerte definitiva para cada ser humano que es parte de la humanidad.
Veamos algunos ejemplos de esta mutualidad biología y biografía, y cómo esta se revela en las historias y las culturas humanas.
Millones de padres que proceden de una herencia biológica y biográfica analfabeta y semi-analfabeta, pueden criar niños/as con una educación universitaria brillante.
Millones de Padres que provienen de una herencia biológica y biográfica de pobreza material, pueden criar niños/as que almacenen y acumulen grandes riquezas y fortunas materiales.
Lo mismo se observa en las áreas de los diversos liderazgos sociales, políticos, económicos, educativos y culturales. Padres sin ninguna influencia biológica y biográfica en estas áreas, pueden criar niños/as que se destaquen en estos menesteres del quehacer humano y societario.
Los ejemplos en las historiografías humanas y culturales de los pueblos son innumerables.
Claramente, nuestra biología tiene la tendencia a transformarse en nuestra biografía, pero no es ecuación matemática donde todas las “suertes” de cada ser humano ya están determinadas irremediable e inevitablemente.
Podemos hacer cosas y dar pasos para que nuestra biología no se transforme inevitablemente en nuestra biografía. No tenemos un “destino biológico” que se transformará de forma inevitable en nuestro “destino biográfico”.
Los seres humanos podemos utilizar nuestro poder para elegir y tomar decisiones (poder volitivo), y emplearlo para romper y desviar patrones familiares y culturales que no nos benefician.
Aún más poderoso es, cuando usamos nuestro poder de elección y decisión, para re-dirigir nuestras tendencias biológicas para que produzcan y creen otros rasgos biográficos en nuestras historias de vida familiares y socio-culturales.
El instrumento clínico denominado genograma o famiograma familiar es muy útil para emprender este trayecto de cambios a nivel personal, familiar, o societario.
Millones de seres humanos trasforman las tendencias naturales de sus biologías en frutos biográficos diferentes a los que se suponían debían producir.
El mensaje de la famosa película “De mendigo a millonario” protagonizada por Eddy Murphy, y la apuesta que originó la trama de la clásica película, es un modelo humano de posibilidades reales para impedir que la biología humana se transforme automáticamente en biografía personal y familiar.
Los seres humanos no estamos destinados inevitablemente a transformar nuestras tendencias biológicas en nuestros destinos biográficos.
La “tábula rasa” con que nacemos sigue siendo flexible durante nuestra vida adulta.
Y la mayoría de los seres humanos, incluyendo los lectores de este corto artículo, poseen las capacidades y las habilidades para transformar la “tendencia natural” que posee nuestra biología humana de llegar a ser nuestra biografía humana.
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