Por Hector Williams Zorrilla, Psicólogo y profesor universitario
La vida es bella. Vivir es maravilloso.
La vida es un viaje, no un destino. Vivir es una jornada en un camino en tránsito.
Es asombroso y aleccionador observar cómo viven los/ as bebés. Ellos/as viven cada momento de la vida como si fuera el único. Ellos/as disfrutan de cada instante de vivir como si cada instante poseyera la vida entera.
Pero al crecer y transformarnos en “adultos”, aprendemos a estancar los canales fluyentes de la vida. Y en lugar de ser ríos fluyentes, poco a poco, nos vamos transformando en lagunas estancadas.
La vida es liviana, ligera y hábil como la brisa y La luz. Vivir la vida es fácil.
Y todos los seres humanos poseemos los recursos y las habilidades psico-emocionales para vivir la vida liviana y ligera. Solo tenemos que cambiar de actitud.
Primer paso para lograrlo: desear y decidir cambiar de actitud.
Empiece a decirse a usted mismo/a:
“Deseo y quiero vivir mi vida como río fluyente... quiero vivir mi vida liviana y ligera...”
Y comience a detectar cargas pesadas que posan sobre sus hombros. Algunas ejemplos de cargas pesadas en el diario vivir son:
- Tomar muchas situaciones a lo personal y auto ofensivas; un ejemplo de eso, es querer tener siempre la razón, ofenderse por situaciones que nada tienen que ver usted, ofrecer “consejos” y soluciones NO solicitadas a amigos/as y familiares de manera constante y consistente…
- Actuar controlada/a por los miedos; algunos ejemplos de estos miedos son: miedo a las opiniones opuestas, miedo al qué dirán, miedo al fracaso, miedo a no ser “perfecto/a”, miedo a la soledad, miedo al rechazo...
- Verbalizar actitudes y opiniones pesimistas sobre diversas situaciones de la vida; ejemplos de actitudes pesimistas son: la vida es difícil de vivir, las cosas siempre irán de mal en peor, nada se soluciona, vivir es una lucha constante, los problemas están a la orden del día, vine al mundo a sufrir, solo vine a la vida para sufrir, la felicidad no existe para mí...
Segundo paso para lograrlo: empezar a practicar nuevos hábitos de pensar, sentir y hablar que impliquen una actitud mental positiva hacia la vida.
Empiece a decirse a usted mismo/a:
- Mi vida es bella y bonita.
- Merezco ser feliz y la felicidad está dentro de mí.
- Merezco que me sucedan y atraer cosas, situaciones, circunstancias y personas maravillosas y felices en mi vida.
- Merezco abundancia y prosperidad en mi vida, y empiezo a disfrutar de abundancia y prosperidad ahora...
- Decido disfrutar del viaje de la vida ligero/a y liviano/a. Soy un canal por donde fluye mi vida como un río fluyente. Mi vida es bella y maravillosa.
- Me enfrento a cada reto de la vida con una actitud mental positiva. Soy alguien, la vida está a mi favor, y merezco disfrutar de las cosas buenas de la vida.
- Mi vida es una chulería y me alegra estar vivo/a y vivirla.
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